La nariz es un elemento importantísimo de la cara. No solo nos identifica, sino que es capaz de hacer sentir complejos a algunas personas por su anatomía. Otras personas han sufrido traumatismos y no pueden respirar correctamente por la nariz. En ambos casos, existe una solución.
La rinoplastia es una cirugía en la que se modifica la forma de la nariz. Los motivos para hacer esta cirugía, por tanto, pueden ser cambiar la apariencia de la nariz, mejorar la respiración o ambos.
Cualquiera de los elementos de tu nariz pueden ser modificados. Rebajar o rectificar el puente nasal, tratar desviaciones laterales y del septo, suavizar y elevar la punta nasal o tratar problemas respiratorios.
Gracias a la rinoplastia podrás conseguir estos beneficios.
El proceso para la realización de una rinoplastia consta de los siguientes 4 pasos:
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La rinoplastia es una intervención quirúrgica a la que se recurre por dos motivos: funcionales o estéticos.
En el caso estético, generalmente se busca alguna modificación relativa al tamaño y forma de la nariz por algún tipo de complejo o porque no estamos contentos con su apariencia y queremos cambiarla. Se busca además una mejora de la autoestima.
Las personas que han sufrido algún traumatismo o tienen alguna dificultad respiratoria, son también candidatas también para esta intervención por motivos funcionales.
Depende de la técnica, pero normalmente las cicatrices no se aprecian. En la rinoplastia cerrada la incisión se efectúa dentro de las fosas nasales, por lo que la cicatriz no se verá.
En la rinoplastia abierta se practica también un corte en la columela, pero esta suele cicatrizar con buenos resultados. Puede quedar una pequeña marca que apenas se percibe.
Si la intervención quirúrgica se lleva a cabo de forma adecuada y por médicos expertos, en ningún momento se tiene que ver alterada la función respiratoria.
En la actualidad la rinoplastia intenta preservar al máximo todas las características de la vía aérea, tanto las válvulas nasales inferior y superior, así como la anchura de la nariz en la parte alta evitando el colapso.
Generalmente, no. El postoperatorio no es doloroso. En ocasiones, los pacientes manifiestan molestias y sensación de congestión nasal. Si hubiera dolor se pueden tomar analgésicos. También indicamos antibióticos los días posteriores a la intervención.
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